1º Juan 4:18 En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
Una de las armas favoritas del diablo es el MIEDO. El es especialista en infundir terror en la humanidad. Todo lo que asusta y preocupa es producto de la mente de satanás.
Los cristianos, en especial los jóvenes, pasamos por momentos de miedo. Es algo "natural" sentir que de repente no sabemos que hacer o nos sentimos solos, pero teniendo un Dios tan grande a nuestro lado esos sentimientos pueden ser combatidos.
Hoy deseo dirigirme a aquellos que tienen miedo, que están dudando en sus corazones o que algo les está preocupando. Estos tiempos son propicios para que los nervios se alteren, las frustraciones afloren y los problemas nos ataquen uno tras otro. La vida es un campo de batalla en el cual si no luchamos, moriremos.
Pero es importante que conozcamos como opera nuestro enemigo, el diablo para saber como atacar y defendernos. En fin, el enemigo ocupa el miedo para paralizarnos, para que no avancemos. Cuando tu tienes miedo te encoges como la joven de la imágen. Buscas estar seguro y te defiendes, pero no atacas. Estás paralizado de terror.
Si el enemigo logra llenarnos de miedo, no avanzaremos. Quizás tengas algo en tu corazón una preocupación que te está robando la paz. Solo por mencionar:
* Inseguridad Social
* Amenazas de muerte o atentados a tu integridad
* Alguien te intimida
* Miedo al fracaso
* Desempleo, etc.
Cualquiera que sea el motivo que te está llenando de miedo, hoy es momento de que renuncies a ese miedo. Jesús, nuestro ejemplo y modelo tuvo que luchar con en miedo. En cierto momento, El también tuvo miedo. ¿JESUS TUVO MIEDO? ¡¡¡¡CLARO QUE SI!!!!
Cuando iba a morir, en el huerto de Getsemaní fue a orar una noche antes. Ahí levantó oración al Padre diciendo:
Mateo 26:39 Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Jesús tenía miedo a morir. NO quería pasar ese momento doloroso, pero ¿qué pasaría si se hubiera rendido? No hubiera salvación para nosotros. El nos demuestra que tomados de la Mano de Dios podemos vencer el miedo.
¿Qué te está robando la paz? ¿Por qué te has detenido en el avance de la conquista de tu milagro? ¿Quién ha osado a intimidarte o molestarte? Aquellos que se levanten contra tí... ¡pobres de ellos! no saben con QUIÉN se están metiendo y QUIÉN defiende a Sus Hijos.
Renuncia a ese miedo, eso que te está haciendo sentir mal. No dudes que Dios tiene un plan maravilloso para tu vida, y el verdadero Amor, el Amor de Dios hecha fuera el temor.